viernes, 28 de diciembre de 2007
¿Es realmente la MÚSICA un ARTE INTEMPORAL?
jueves, 27 de diciembre de 2007
Arabeska Op.18 de Schumann
Aquí dejo una grabación de You Tube del pianista Wilhelm Kempff; en mi opinión uno de los que mejor ha sabido transcribir a sonidos las notas escritas por Schumann. En las interpretaciones de Kempff nos encontramos ante la perfección, pero no esa perfección mecánica de muchos otros, en éste caso se trata de la representación en el espacio-tiempo de los sonidos, en Kempff todo está bien dicho nada fuera de lugar, no se tiene con él esa sensación de: "¿quizás si hubiese sido más ......?". En fin, para mi uno de los mejores intérpretes de Beethoven, Schumann y Schubert.
http://www.youtube.com/v/IgHf3xu8ElI&rel=1
Arturo Toscanini
Claude Debussy
Clara Haskil
París, Cementerio de Montparnasse
miércoles, 26 de diciembre de 2007
Alfred Cortot
En la música para piano se hace indispensable citar a Chopin, y cuando lo hacemos también lo es citar a Alfred Cortot que ha sido heredero directo del pensamiento musical de Chopin y de la forma en que ejecutaba su obra; sin la cual es imposible una interpretación correcta de ésta. Alumno de Emile Descombes (alumno de Chopin) y de Louis Dièmer (precursor de la escuela de piano francesa). En Cortot, técnica y poética se encuentran unidas de forma indisoluble: la belleza de su sonoridad, las interpretaciones de Cortot son ante todo auténticos poemas de música; su gran flexibilidad; ese fluir de notas casi imperceptible, como si una corriente de aire hubiese rozado las cuerdas del piano; y sobre todo la gran naturalidad con que sus manos se adaptaban al teclado, transfiriendo al espectador esa sensación de dominio y facilidad de toque, que hace impensable la cantidad de horas que debió dedicar al instrumento.
Siempre ha tenido detractores por la cantidad de notas falsas que dejó en sus grabaciones, pero nos hemos parado a pensar en cual es el significado de una obra musical; cuan banal puede llegar a ser el pensamiento de aquel que se atreve a descalificar una interpretación por el mero hecho de unas cuantas notas falsas, cuando es el conjunto global de la obra lo que queda al oyente; el sonido aislado es el medio, pero no el fin de la música, no se puede sacrificar su contenido emotivo por no dar una nota en falso, pues la nota falsa, si todo está bien dicho y en su sitio pasa desapercibida, e incluso se la puede considerar como propia de la obra; sin embargo una ejecución técnicamente impecable sin ningún fallo de notas, puede llegar a ser toda una aberración si carece de espíritu; y eso sí, ante todo el interprete es un humano más y tiene las mismas capacidades de cualquier humano de sentir, y por que no de equivocarse; ahora bien, hay que saber equivocarse y lo que si puedo decir es que Cortot sabía hacerlo, no importa que cambiase pasajes, rozase notas, etc...porque él transmitía mediante la música, cosa que no es capaz de hacer un autómata.
Cabe destacar también su faceta de pedagogo, que nos dejo plasmada en sus ediciones de estudio, en las que desglosa las dificultades a solventar en las determinadas obras y estudios, y les aplica diferentes fórmulas para vencerlas. También tenemos su libro "Principios racionales de la técnica pianística" y su ensayo "Aspectos de Chopin".
Aquí dejo una grabación audiovisual de You Tube del vals nº 9 de Chopin y el estudio nº 1:un fragmento de "Children's Corner" (nos. I, II y III) de Debussy:
y unos minutos de una masterclass con "Der Dichter Spricht" de Schumann :
En cuanto al estilo personal de cada uno
Creo que el arte y me refiero aquí al acto de crear debería ser personal; el estilo debe estar plenamente integrado en la personalidad del artista, de no ser así el creador no solo se engaña a sí mismo forzando a sus adentros a fusionarse con una forma de pensar con la que no se identifíca realmente; sino que también estaría engañando a su público, que va a recibir algo que no proviene de él mismo, algo puramente artificial y que no ha nacido de la necesidad de transmitir a los demás aquello que uno siente realmente, y que en sí es la única finalidad del arte; lo puramente decorativo no tiene cabida aquí, una obra de arte no es una antigüedad ni un objeto, tiene en sí un valor de fondo añadido, emana de sus adentros el pensamiento de su autor y el grado de sensibilidad de éste para exponerlo. La sociedad debe ser simplemente un receptor, no debe influenciar sobre el estilo del artista; pues el arte aunque sea en parte reflejo de las circunstancias sociales, es muy superior a ésta y, no debe, ni puede supeditarse a ella; el compromiso social no tiene que ser una obligación, sino que ha de nacer de la propia necesidad.
El acto de crear debe nacer del individualismo inherente a la persona y no de las tendencias sociales del momento.
El compromiso social no debe implicar un acercamiento a la sociedad y sus estratos sociales, no se debe dar a la sociedad lo que quiere escuchar (en el caso de la música), sino lo que uno quiere que escuche.
Todo creador debe esmerarse en la búsqueda de su propio yo interno; pues éste es que debe expresarse mediante la obra de arte, si se busca una conciliación y equilibrio internos. Solo de ésta forma el creador pasa de mero artesano a artista, con todo lo que esto implica.
He escuchado obras de compañeros que intentan adentrarse en estilos con los que se realmente no se sienten identificados, lo hacen porque creen que de esta forma sus obras van a tener una mejor aceptación, o con la intención de ganar concursos, etc...y lo único que consiguen con ésto es un fracaso rotundo. Si pensamiento y estilo no van unidos, no hay obra, sino plagio.