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martes, 22 de enero de 2008

¿Que está pasando con la música culta actual, donde hemos llegado....................?

La música de nuestros tiempos proviene de la reflexión y se nutre del pensamiento; y quizá este sea el mayor problema con el que se ha encontrado ésta a la hora de su aceptación, la carencia de ese lirísmo arrebatado que había poseido la música en épocas anteriores; el hecho de que la música sea producto de la reflexión más que la intuición, ha sido la causa principal de la ruptura con el público de grandes masas, y ha provocado que la música de vanguardia sea para un número de oyentes muy reducido, por no decir nulo. Podría decirse, que el destino de ésta ya no son los grandes auditorios, es más, éste se encuentra ahora en las estanterías de esos grandes creadores a los que todos alabamos y de los que ensalzamos sus composiciones que en muchas ocasiones ni tan siquiera conocemos. En definitiva podemos asegurar que los compositores de hoy componen para ellos mismos, el público no está por la labor de escucharlos; ¿quien es culpable de la situación? ¿es la ignorancia del público? ¿no sería necesario que después de un siglo de ruptura los compositores se replateasen la situación? Al fin y al cabo la música es una forma de expresión, un lenguaje más; ¿no es absurdo que un medio de expresión sea incapaz de conectar con la sociedad?, es cierto que no es posible volver atrás, pero si sería necesario un replanteamiento de si los medios utilizados son los más idóneos; si no sería mejor avanzar a partir de otros medios aunque estos estén en desuso. Nos encontramos ante una etapa de búsqueda de nuevas formas de expresión; la obra de arte busca la innovación como único fin. En cuanto a la música se refiere nos encontramos con la época del "todo vale con tal de que no se haya hecho antes de mí" (eso sí, esto no es para toda la música de vanguardia); ya no importa la belleza; ahora el ruido o sonido determinado o indeterminado, independientemente de su naturaleza y medio emisor, es considerado música siempre que se vea introducido en un contexto junto con otros elementos, ocupando un espacio determinado en el tiempo de éste, y con unos fines precisos, cuyo resultado final es similar al de una obra arquitectónica, que en este caso se produce en el espacio-tiempo, y cuyos ornamentos y tabiques se difuminan uno a uno, una vez han sido escuchados, quedando en vagas reminiscencias de lo que fue su estructura básica. En mi opinión, no es el público el que debe reconciliarse con la música, sino la música la que debe hacerlo con el público, pues, fue ésta la que inició la ruptura. De no ser así, se corre el peligro de convertir la música en algo dependiente, bien sea del cine, la pintura, la escultura, etc..., en un medio de expresión que para expresar se vea necesitado de complementos y aclaraciones. No se trata tampoco de componer con vistas a lo que el público quiere escuchar, se trata de ser uno mismo, de dejar de pretender que la música que escribimos sea la más innovadora y querer hacer lo que no se ha hecho hasta el momento. No hay que tener miedo a escribir lo que a uno le nace de dentro realmente, pues, solo así, el compositor podrá reconciliarse con el público. En los últimos tiempos se han podído ver verdaderas aberraciones sobre los escenarios; compositores enyesando las teclas de un piano, otros rompiendo instrumentos, etc....., creo que lo mejor que se ha podido escribir en este contexto de busqueda de la innovación es 4'33'' de John Cage, lo mejor es no decir nada, que cada cual escuche dentro de sí su propia música (aunque posiblemente ésta no sea la verdadera finalidad de esta obra). En definitiva, pienso que todos deberíamos plantearnos una cuestión que considero bastante importante: ¿Cual es el verdadero fin de la música? ¿Es realmente necesario valerse del ruido para progresar en la música? ¿no es posible el avance dentro de la tradición, y hacer así de la música un arte independiente, que sea capaz de expresarse en estado puro, sin necesidad de otros elementos?
No pretendo con estas palabras hacer una crítica negativa a todo lo que actualmente se compone, hay también música realmente buena (aunque pienso que en su mayoría, aunque pueda ser entendida también en estado puro, necesita ir unida a otras artes para estar totalmente completa). Lo que si que creo es que en la situación en que está la música, sería necesario un replanteamiento urgente; no es de recibo que ésta esté limitada a un escaso aforo, eso si lo tiene.

2 comentarios:

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Pienso igual: la música 'culta' se ha convertido en música 'sectaria', y en gran medida la culpa la tienen los prejuicios cultivados en los círculos 'intelectuales'. Se parecen a ciertos profesores universitarios que consideran 'prestigioso' emplear un lenguaje obscuro, tener fama de 'difíciles', recluirse en su hermetismo y en fin, alejarse de la comprensión de los alumnos a quienes pretenden enseñar, para luego opinar que ese distanciamiento es cool.
Caso típico (de lo opuesto) fue Rachmaninov, cuya popularidad fue malvista por la crítica musical, como revelara una calidad inferior. Recordando ahora que cuando Mozart componía sus óperas el público las silbaba después en la calle, me pregunto cuándo los buenos músicos actuales harán s un lado sus prejuicios y compartirán su corazón con las audiencias, para vibrar en común.
Bien harían en observar la labor de los creadores de bandas sonoras, algunos de ellos verdaderos sinfonistas, que no perdieron ni un ápice de talento al crear mucha de la música más agradecida por el público moderno.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

...fe de erratas ridículas:
-donde dice 'como revelara', debe decir 'como SI revelara'.
-donde dice 'harán s un lado', es 'harán A un lado'.